lunes, 15 de abril de 2024

360 Grados para una Mirada Perdida

 



“Se dice que el paisaje es un estado del alma, que el paisaje de fuera lo vemos con los ojos de dentro” (Jose Saramago)

He visto en la tristeza pasajera, en la perenne desazón y en la adicción al sufrimiento, un mecanismo corporal fijado o bloqueado: La “mirada al ombligo”, la mirada del yoismo. Siempre conectada a la punta de los zapatos, enterrada en el suelo, mirando siempre hacia abajo. Haciendo del mirar en horizontal o hacia arriba un gesto olvidado y desconocido.

Pero también he visto personas que levantaban la mirada, que en la vertical tan conseguida por el hombre, en ese proceso largo desde la hominizacion a la humanizacion, en su responsable gesto de ponerse de pie, miraban más allá de sí mismos.
Miraban al otro y por el otro. Incluso, miraban como si miraran todo a la vez o por primera vez. Buscaban vida en el horizonte, se encontraban con otras miradas y se dejaban ver.

Algo cambio en ellos siempre. En ese gesto tan valiente y tan humano de ver al otro más allá de su yo y dejarse interpelar. Crecieron y acrecentaron su mirada. Su conciencia cambió de perspectiva.

En ese acto de Fe el ego se arroja y crece, desde que el hombre alcanzo a ser hombre. Es un yo consciente del otro y de lo otro.

Cuando el niño aprende a andar ya no necesita que miren por el, confía en lo que ve, en cómo se ve. Aunque, no siempre, en quien mira

He visto y seguiré viendo, que se nos dio la opción de mirar en 360 grados, como una esfera, de forma planetaria. Pero a veces nos empeñamos, en mirar solo nuestro ombligo o aquelo que nos obsesiona sin apartar la mirada. El colapso regresivo

Solo veo mi problema y no su solución, vuelvo al pasado una y otra vez sin permitirme mirar más allá de lo que vi. No hay posibilidad de admirar y mirarme en el presente.

Juego a ver un futuro al que aspiro pero, no respiro el presente. Me parece territorio desconocido y aburrido.

Cuando estos hábitos vienen a quedarse, llegamos a la conclusión de que el mundo no existe. Al hacer esto, nuestra existencia, lejos de la realidad, tampoco tiene sentido. Se colapsa en el punto negro de la soledad autoimpuesta o del futuro inalcanzable.

Los mismos argumentos (“por que siempre a mi”, “estoy solo”, “la culpa es mía”), las mismas lamentaciones, la misma adicción al sufrimiento. Y siempre lo mismo, las voces de los demás no me llegan y la vida se vuelve un eco y me siento hu-eco

El sentido de la “vida” aparece cuando podemos cambiar el sentido de nuestra mirada, reorientarnos continuamente, cambiar el punto de vista o el punto de mira, flexibilizar nuestras gafas, compartir nuestras máscaras y sobre todo reconocernos.

Si la mirada no se mueve tampoco me moveré yo. Eso significará que habré perdido de vista la vida y, por tanto, la oportunidad de estar vivo en el vivir. Dejaré de ver. Me convertiré en el “ensayo de una ceguera”. Nada más lejos de una vida plena.

Contemplando 360 grados, al menos, tengo acceso a una infinita variedad de grados y posibilidades de verdad.

Ver y mirar, más allá, ...contemplar. Es entrever que hay que seguir viviendo nuevas experiencias. Es un vislumbrar pero con la condicion de practicar la mirada abierta, sin tensión. Esa que otea el presente fluyendo y participando en el. La mirada que ve todo lo que ocurre, como un suceso único e irrepetible.

La mirada que no agarra, que no juzga, categoriza o diferencia. Esa que, tiene su sitio, pero se la ha convertido en dictadura de nuestras percepciones o ambiciones.

Al contrario, despojada de tensión o pretensión. Cuando se la desnuda por naturaleza ante el presente. La mirada original que origina, que acontece en la presencia de nuestra conciencia. Que se instala en lo que sucede. Inmersa y presente. Sólo ahí y aquí, abierta.

La mirada que ve la vida como un acontecer, que es presenciar y adentrarse consciente de adonde mira y desde donde mira. Que se deja ver y conmover por lo que ve y es un espejo en el que se mira.

Me preocupa e intento trasmitir a los demas que con tanto que mirar y con tanto uso diario de la vista, se hace cada día más urgente una limpieza y un reseteo diario de este gesto y sentido tan saturado, tan empachado y cargado de los impactos de los excesivos estímulos.
Llena de peso o tension y nominada a la dictadura de los demás sentidos. Tratada como el sentido de los sentidos, inmersa en lo que ve sin mirar desde la amplitud porque se la ha acostumbrado a la obsesión y la fijación. ¿Que poco la hacemos descansar y que poco la devolvemos a su esencial mirar por mirar?

Ya más que contemplar curiosa se ha vuelto una vigilante siempre al acecho. Tensa y escurridiza, dispersa o distante. Más que protagonista, se ha vuelto descentrada.

Hoy aspira a esparcirse pérdida en la pequeñez. Ya No respira. Cada vez más desparramada por las distracciones de la vida. Lejos ya de un ser humano que no sabe a donde mirar para asombrarse, sorprenderse y maravillarse por la vida que se le ha dado y ha aceptado vivir.

Cansada de divagar, ciega sin alma. Ya no sabe ver por mucho que mira. A veces es ya solo envidia y no admira. No brilla y tampoco despierta conciencia porque simplemente no está encendida. Simplemente está pérdida, rendida y sin vida. No ilumina.

viernes, 5 de abril de 2024

SE DICE QUE ...

 



Se DICE que ...

... La CLARIDAD es un estado de la mente, el AMOR un estado del alma, la SERENIDAD un estado del cuerpo, la ENERGÍA el estado de la materia, la CONCIENCIA un estado que integra lo anterior y, sin embargo, ...
... la TRANSFORMACION no se puede INVENTAR.
ES el VERDADERO estado de la PRESENCIA. O está, o simplemente no EXISTE. Se VIVE como se ES o no se ES
No la puedes APARENTAR. Es un espejo radiante FRENTE a FRENTE... una careta si la ENFRENTAS.
O de REPENTE ...
... Reflejo de la PEQUEÑEZ sin miedo a la ENORMIDAD
En cualquier MOMENTO, todos lo SABOREAMOS. La transformación es TRANSPARENCIA. La VIDA completa. La VIDA posible. A MANOS LLENAS
Es la INCREÍBLE levedad del peso en los PASOS. Las HUELLAS en las OLAS del MAR
El VIENTO que desvela el ROCE en la PIEL...
... el sol que CALIENTA la SILUETA con SOMBRA.
LENGUA mojada. OJOS húmedos. Los BESOS en las OLAS del MAR
Se DICE...
Se AMA...
Se SIENTE...
Se ES... gota a gota, ola a ola, huella rota
Sin embargo, Se VIVE ... o no se VIVE...
... en EL/LA MAR complet@. Las GOTAS del MAR ya brotan por mis ojos ...
... ENTREGADAS a la INMENSIDAD clara, amorosa, serena, fluida y consciente de la TRANSFORMACIÓN...
La INOCENCIA SIN CONCIENCIA de un NIÑO. Hermosa LECCIÓN y VERDAD de ELECCION.
Es cuando la MIRADA ES el extenso océano. “APARECE” NUEVO

AUTOENGAÑOS


 




AUTOENGAÑOS

 

“El autoengaño es primero un cálido refugio y luego una fría cárcel” (María JESÚS Torres)

 

Que fácil es contarnos historias para no vernos,

que difícil echarte de menos.

Quien se arriesga a buscarme,

quien se atreve con preguntas al aire.

 

Quien vio en su desierto pájaros volando,

en el mar bravo su rostro aclarando,

un beso sin labios, palabras sin saliva

lloviendo en el verano del invierno, sin vida.

 

Que fácil es narrar leyendas para escondernos,

que difícil implicarnos en nuestros destierros,

conciencia plena, planeta nuevo,

sicarios del vuelo.

 

Nadie va a declararse culpable,

demasiado peso responsable, sin huesos.

De piel afuera todo es perfecto,

en el tuétano algo más denso.

 

Hoy todo es exceso y nunca son mis defectos.

Que fácil es romper puertas para escaparnos,

lo difícil es abrir el rezo

y los ojos para quedarnos.

 

Mundo de la inmediatez, lleno de escasez,

de poco fondo, inmenso de piel

fría de apariencia y tiempo escaso.

Todo engullido, tiempo perdido. Nada saboreado.

 

Camina solo sobre tu continente,

La muerte agota tus momentos,

a cambio superviviente inconsciente.

Que fácil separar el cuerpo de la mente.

 

Que difícil entonces verte, ...

Verme contigo, conmigo, vernos juntos.

Hacia la creciente.

Camino inerte si te quedas en tu muerte de autoengaños.

ACTITUD CARACOL




ATENCIÓN: Cambiando el estado de alarma/emergencia por un estado de Alerta Serena. En busca del caracol que llevamos dentro

La atención es el camino a la presencia y su lugar de estancia radica en unos ojos blanditos que aterrizan en la columna y en la médula. Con esta premisa, nuestra presencia llega a nuestras manos, “siendo en el haciendo”
Si continúas ralentizando el ritmo, ahondando la respiración y calmando la mirada, estarás más cerca de la escucha abierta y las palabras necesarias para aquellos que ves a cada rato y para las dinámicas de cada día.
Te darás cuenta poco a poco, paso a paso, gesto a gesto y palabra a palabra que te vas asentando en un lugar del que a veces queremos escapar. Tu casa. Tu templo. Tu cuerpo. Tu lugar de residencia.
Solo así lo de cada día y lo repetido se convierte en descubrimiento, en acontecimiento, en suceso que inspira y en una incidencia desde la expresión más valiosa de la Curiosidad: el Asombro.
Por eso “el caracol que busca su casa no se conoce”. Esta en ella. Sus movimientos son lentos en el desplazamiento. Y sus prisas no lo llevan al destierro de sí mismo.

UN DESCENSO A LOS ASCENSOS

 





UN DESCENSO A LOS ASCENSOS

Siempre me rechinó la expresión: “todo el mundo pasa alguna vez por el descenso a los infiernos”. Nadie nos cuenta que tras los infiernos siempre aparecen los ascensos, el renacimiento y la transformación.
Caerse y levantarse son acciones que están casadas hasta que la muerte las junte, en la salud y la enfermedad, en lo bueno de lo bueno, amándose y respetándose todos los días de tu vida.
Sed bienvenid@s a la fiesta del vivir.
Bajadas y subidas que venís a mis ciclos de vida una y otra vez. Por que me perteneceis ahondare en vosotras. Descendiendo a vuestra esencia para elevaros. Aprendiendo y amándoos.
Sed bienvenid@s a la respiración en ambas direcciones.
Decadencias y esplendores con ritmos armónicos que pertenecèis a la talla de mi humanidad. Alargaos y flexibilizar la conciencia de mi humilde-grandeza en vosotras.
Sed bienvenid@s a la talla de la TRANSFORMACION.
“Sois la raza humana: bajones y escaladas, sístole y diástole de mi Corazon, la aceptación de la cadencia de mis ondas mentales y la observación en la espiral de mi conciencia”.

HOY TENGO UNA CITA

 





HOY TENGO UNA CITA...

Cada día decido asistir a la cita consciente con la espontánea, íntima y ética autenticidad.
Me la despierta un adolescente, una abuela, una película, una mirada, un suspiro o un respiro. Por doquier, la vida me invita a abrir la mirada y, responder ya es cosa mía.
Es difícil crecer, es aún más difícil si cabe, aprender a evolucionar. A pesar de las historias que nos contamos y que mostramos, es difícil ser un ser en proceso.
Algo dentro de nosotros permanece en la búsqueda de quien verdaderamente somos, como seres y especie. El ser que crece esta siempre en la búsqueda.
Todos sabemos que la verdad duele una vez, y que la mentira, duele demasiadas veces. La Libertad desencadenada, la LIBERACIÓN, está esperándonos en todos los rincones de los que nos ausentamos. Está esperando desarrollarse.
Desertar de nuestros adentros, genera desiertos. Lo contrario es despertar, la PRESENCIA PLENA. Una presencia prosperada y esperada.
¿Seremos algún día capaces de alcanzar la Libertad? o, al menos, ¿seremos lo suficientemente osados como para permanecer en el sendero de la liberación (liberar al ser en la acción)?

VIVIR

 




VIVIR

“No sigamos siendo extraños a nosotros mismos, repitiendo palabras de un lenguaje que se forma por el camino de un mundo conceptual no comprendido por el pasaje del SER TOTAL -y por lo tanto más repetido que vivido-, o por la frustración de una imposible referencia profunda con la participación del mundo de las emociones” (Fedora Aberastury, Escritos)
Hoy soy capaz de definir el conflicto como, la Malla sutil de energías que sostienen las fuerzas del desarrollo y su desencadenamiento. Así despierta la conciencia de la experiencia humana del “encuentro con...”. Con el otro, en el otro, en lo otro.
En la diferenciación y en la autoafirmacion crece la necesidad de ser uno mismo. Diferenciarse genera la apropiación que después en el encuentro se convierte en la necesidad de pertenecer al mundo siendo uno mismo.
Esa Malla o “entresijo” teje el panorama de una “relación”. Y es, una biosfera energética en la que se combina la creación, la destrucción o, en definitiva, la manifestación de fuerzas necesarias para desarrollarse por completo. Es ser uno más siendo uno mismo.
Esa necesidad se ha convertido para mi, en “abrir el pecho de la mirada al caudal de la vida. De frente, sin anestesia, más que la que acabo eligiendo”.
Me gustaría seguir PELEANDO, pero he abierto el cuerpo y me he entregado al caudal, que más que conflicto, se ha convertido en aprendizaje, en crecimiento. Pero sobre todo, En CREACIÓN.
No todos los conflictos acaban en combate o lucha con final desgraciado, a lo dramático. Si será seguro aprendizaje y una experiencia más. Lo veo en cada ser humano cuando “se realiza en la pacificación”.
Cada momento de mi cotidiano es ya, la ocasión irrepetible de aprender algo nuevo, algo que acaba y revierte en mi. Algo que crece y algo que se establece. Otro nuevo umbral de entendimiento expandido.
El conflicto tiene el valor general de una pregunta que espera una respuesta “por curiosidad”. Es pasar de la mente del: ¿Qué estoy aprendiendo con esta experiencia? 🤔Y añadirle el entusiasmo de un niño entregado a la vida: Estoy aprendiendo!!!!!!!!!🙆🏼‍♂️
Es como pasar de ser espectador en el museo a vivir la posibilidad de encarnar infinitas estatuas con infinidad de historias vividas.
Estoy aprendiendo a:
Hacer tejido real de conciencia donde solo hay red de pensamientos.
Estoy aprendiendo a:
Dejar que el conflicto sea un lugar de encuentro y que la vida me atraviese.
Estoy aprendiendo a:
Hacer de la VIDA aprendizaje.
Del VIVIR camino en evolución
De lo VIVIDO experiencia encarnada.
ESTOY VIVIENDO!!!!!!
QUE NO ES POCO, SON MUCHOS POCOS MOMENTOS y, sobre todo, son SUCESOS

sábado, 16 de marzo de 2024

Palabras son musas

 Se deslizan las musas por el filtro de mi conciencia. Me visitan y se encarnan, moviendo mi brazo. Dando forma a palabras que me encuentran y que ya estaban esperando dar cuerpo a algunas verdades.


Bajan para dar belleza y sentido a las pulsaciones internas que quieren latir fuera. Revelan sencillamente palabras que soy como consciencia en este momento.

No vienen para imponerse sino para colaborar en sintonia conmigo. Me visitan pidiendo permiso, amables a mi estancia y filtrando sabiduría por las ranuras del silencio completo para las que doy cobijo.

Se condensan generosamente a mi propia frecuencia. Fluyen como la respiracion cuando no se la empuja ni se la hace entrar por obligación. Precisan de mi dejarlas entrar y salir. Ese es el pacto.

Las palabras llegan a ser universales cuando llegan a todos lados con similar fuerza desde la que salen.

Lo mas profundo es la piel

 LO MÁS PROFUNDO ES LA PIEL



“Que tiempos serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio” (Bertholt Brecht)


“A flor de piel” es una manera de contar la experiencia cuando se siente completamente en todo el cuerpo. Emanando a la superficie por donde aflora y se asoma hasta la piel.


“Los bellos de punta” apuntan y describen a las personas con tendencias espontáneas a aflorar a la piel su mas esencial adentro. La sensibilidad. Aquella que nos parece mal en la edad adulta, que nos humaniza al ver a un niño y a la que queremos volver para sentirnos vivos.


Los herederos y buscadores de la sensibilidad, tienen la doble capacidad de desbordar su profundidad y de poder captar al mismo tiempo por sus sentidos algo más allá de lo visible o audible. Lo siente en la piel. Lo captan y la muestran naturalmente.


Todo humano es portador de esta capacidad esencial. Si se desea movilizar o captar la verdadera esencia de alguien o propia hay que movilizarla. Se debe buscar en el encuentro los puntos más susceptibles de maxima captación y exposición.


En la frontera donde asoman interior y exterior. Allá donde el ser sensible sabe reconocer lo que está apunto de emerger a la conciencia.


Así, Ser Sensible es desarrollar tal nivel de conciencia que todo se vuelve posible de atender, entender y pretender. Los temas sensibles a la conciencia son experiencias que el cuerpo pone a disponibilidad del darse cuenta para ser reconocidos, asimilados y movilizados.


Algunas palabras dignas para la memoria están esperando emerger a flor de piel para nombrar lo no consciente (aquello que “tengo en la punta de la lengua”.


Ser sensible y vivir al borde de la piel es ser capaz primero, de experimentar sensaciones, emociones y estados más allá. Es ser capaz de detectar lo imposible de nosotros y el mundo que nos rodea para hacerlo posible. Es ser receptivo a determinados aspectos de la realidad


Ser sensible es, Segundo, ser propenso a expresar emociones, pensamiento y acciones de un peso muy esencial. A la persona le nace sólo ser así. Esponerse sensiblemente a lo inevitable de ser expresado.


De ahí su delicadeza, de ahí que sea la capacidad más atesorada de cada uno, la más sensible a ofrecer sin dejar de mostrarla. Y de ahí el valor que para mi tiene el contenido y la forma de lo vulnerable.


Desde la persona a la que le molesta un olor o una música, como la que llora viendo una película. Su sistema nervioso está ahí movilizando la memoria.


“Me afectan las luces brillantes”, “me da angustia que haya gente”, “me gustaría no sentir nada, sería más feliz”, etc nos cuentan que esas personas tienen una alta sensibilidad a matices y sutilezas por las que han sentido un dolor o se sienten extremadamente vulnerables.


Nuestra aversión a tocar la suciedad, a pisar la arena, a ser tocados o tocar, ... son argumentos de piel. Manifiestan nuestros caminos criticados o repudiados. No nos gusta ser así y al mismo tiempo no podemos dejar de serlo.


Me he dado cuenta que la aparente insensibilidad encubre momentos vividos de extrema sensibilidad y, habla sobre todo, de una gran vulnerabilidad. De alguna manera es el camino que nos posibilita desbordarnos a lo desconocido y al mismo tiempo, lo doloroso y lo rechazado.


La sensibilidad es una riqueza de valor incalculable cuyo dueño no duda en regalar generosamente. Ser sensible no es una deuda o un error que pagar a la vida sino la capacidad de alcanzarla. Tocarla de lleno y el verdadero rastro de lo vivido.


Creo que todo ser humano es capaz de ir más allá. ¿Más allá de que? De si mismo. ¿Y en ese más allá que hay? Más allá. Desarrollar la capacidad de ir más allá de lo que pienso, de mis conceptos, de lo que siento, de lo que hago y lo que conozco. Es precisamente hacia el lugar a donde apunta la sensibilidad. Más allá


La flexibilidad de la piel, su alcance y capacidad de estiramiento nos devuelve nuestro conocido poder olvidado. Todas las arrugas marcan lo vivido, los senderos de una vida experienciada. Es nuestra vida atesorada.


Nuestro rastro está en nuestro rostro y, en nuestras manos, las arrugas diseñan sólo el mapa de lo vivido. Esas manos que crearon y recibieron, músculo a músculo, pliegue a pliegue, articulación a articulación todo alcanzado.


Es una energía que resalta en la cara, que se sale sin permiso en los gestos. Es la variable extraña de la ecuación. Una sonrisa en la comisura de los labios. Un llanto que anuncia aparecer en el temblor de la barbilla, .... Todo lo que es digno de ser nombrado esta ahí, desbordándose a través de la piel, cruzando la frontera. Sensiblemente disponible.


Los recuerdos “a flor de piel” son caminos inconscientes al dolor y a los traumas, al mismo tiempo que nuestros éxitos. Pertenecen a lo que asoma junto al dolor o la satisfacción. Son sus flores cuando la terapia, el encuentro profundo o cualquier otro encuentro con significado son dignos de pasar a la conciencia


La seguridad que nos aporta la piel optimiza la vivencia del entorno. Nos da soporte y vida para explorar más vida. Siempre “Hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos” (Neruda)


Colorados de vergüenza, blancos del susto, piel de gallina o rostro de satisfacción son respuestas químicas que desde lo más profundo del ser viviente asoman a la superficie. Más allá. Ampliando los adentros hasta alcanzar al otro y al mundo. Deslimitadas


Sigo sintiendo que secuestrar, negar o prohibir la sensibilidad es una manera de negar nuestra posibilidad de crecer. Precisamente es el camino y el alcance al que hemos llegado como humanidad.


Transmitir nuestra sensibilidad requiere transparencia y franqueza. Sin embargo, esto parece “herir sensibilidades”. Por lo que debemos aprender a expresar coherencia entre lo de dentro y lo de afuera y, al mismo tiempo, no dejar de ser auténticos.


Si partimos de la hipotesis, que “todo el mundo desea por naturaleza saber o aprender” podríamos decir que la sensibilidad interpersonal o hacia el mundo en el que cohabitamos desembocará en la empatía y la comprensión profunda o conexion. Aceptada, trabajada a fondo y mostrada libremente acabará en la sintonía.


Las personas sensibles nos proponen “siendo como son” los límites ampliados al resto. Por eso, pueden ser reconocidos desde la humildad, en su grandeza. Acabaremos aceptando la delicadeza como una nueva humanidad. Más ancha y sensible de conciencia.